miércoles, 13 de mayo de 2009

SIN AUDITORIO EN EL FITECA


Un cautivante bullicio, y un sin fin de formas coloridas nos removieron las entrañas causante de los típicos nervios antes de comenzar nuestra participación.

Fiteca

Ya eran otros aires los que se sentían y que nos anunciaba que ya estaríamos llegando al Fiteca. Un panel de poste a poste como señal de bienvenida nos marcaba la línea de llegada, a lo que sería este año la fiesta cultural más grande en el barrio de La Balanza en el distrito de Comas.

Un cautivante bullicio, y un sin fin de formas coloridas nos removieron las entrañas causante de los típicos nervios antes de comenzar nuestra participación. Rostros que fijaban sus miraban hacia nosotros invitándonos a ser parte de los preparativos. Aún faltábamos maquillarnos y ponerlos los vestuarios, cuando entramos a lo que seria un backstage al muy estilo de La Balanza. Ya allí adentro eran más las formas coloridas; y más aún los nervios.

Ya era la hora de salir a las calles, la foto del recuerdo antes de empezar; y la arenga sinauditoriana: Fiteca nos ama; y el ímpetu nos desbordaba: Detrás de nosotros, la Circo Band nos acompañaba con su potente comparsa dándonos el beat necesario para alinear nuestros movimientos. Delante, unos amigos costarricenses, que llegaban por primera vez al Fiteca.


Sin Auditorio ya estaba preparado, de negro y blanco nos hacíamos notar entre la gran masa multicolor; y los gigantes artistas por doquier. Era sin duda una gran masa de gente alineada, unos detrás de otros; al ritmo de los sonidos percusionistas, que llamaba la gran atención de todos los vecinos.

Todos salían afuera cuando se comienza la cruzada teatral en lucha de recuperar la tierra prometida de La Balanza; y de paso recuperar las sonrisas y los saludos de los vecinos; que desde lo lejos de los cerros nos miraban alegremente. El sol comenzaba a calentar; iluminando más ya la iluminada Balanza; la arena bajo nuestros pies que se alzaba en cuanto ejecutábamos algún movimiento de nuestra coreografía; el cerro vibraba y todos nos seguíamos.

Como tan pronto se oculto el sol, y calló la noche, llegamos al escenario central, el exitoso pasacalle finalizó, y con él la esperada participación de Sin Auditorio. Uno a uno cada grupo hacía su presentación, gente de todas partes de Lima, del interior del Perú, y amigos que también llegaban del extranjero.

Llegó el turno de Sin Auditorio, y acompañados de la Circo Band, se presentó ante un público cautivado por nuestra extravagante entrada. Llenos aún de ímpetu, salimos del escenario, prontos a seguir siendo parte de esta fiesta; dando también pase a la compañía Yuyachkani como parte de la inauguración.


Llegó el autobús y de retorno a Miraflores volvimos llenos del recuerdo de la gente, de la fiesta, la alegría, la comparsa y el color. Sin Auditorio fue parte del Fiteca, y Fiteca ya es parte de Sin Auditorio. Ese año, no fue uno más, sino que Fiteca cada año sabe dar novedades. La Balanza en Comas, llenó sus lozas de arte y teatro.

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