lunes, 2 de julio de 2012

60 x 60: CHARLY GARCÍA EN EL JOCKEY CLUB





Ubicado exactamente atrás de las tribunas del Hipódromo de Monterrico, el escenario para el concierto de Charly García fue acondicionado en un lugar diferente a los conciertos de Pet Shop Boys, Morrisey o Rock and Roll all stars. Dentro del Jockey Club sí, aunque en coordenadas diferentes, separadas por algunos cientos de metros. La hora de inicio estuvo programada para las 8 de la noche, aunque la tocada arrancó a las 9:34 p.m., espera larga que se caracterizó porque a través de los parlantes no se propalaba canción alguna, algo extraño en la previa de los conciertos a los que estamos acostumbrados.

Algunos minutos antes del inicio del concierto ocurrió la nota insólita de la noche: la aparición de un telonero de nombre Richard Arango Llantoy, a quien casi nadie conocía y sin previa presentación, lo cual desconcertó al público asistente. Acompañado de un bajo nos ofreció quizás la presentación más extraña y deficitaria de telonero alguno en conciertos de rock en Lima: totalmente desafinado, parecía que lo hubiesen abandonado o dejado a su suerte a expensas de las pifias y/o risas de la gente (la reacción variaba entre las personas). Y es que uno no sabía si reír o pifiar, tal vez pensando que se trataba todo de una broma de los organizadores (¿alguien dijo una humorada de Charly?) cuyo propósito era amenizar la espera con una carcajada. En cualquier caso, esta desafortunada presentación fue también la más corta de la historia: duró apenas dos canciones.

Tras algunos minutos, en la pantalla central  (había además dos laterales) se comenzaron a proyectar las portadas de los discos editados por Charly y sus bandas a lo largo de su carrera: desde discos de “Sui Generis” hasta “Charly García & The Prostitution”, pasando por “Porsuigieco”, “La Máquina de Hacer Pájaros”, “Billy Bond and The Jets”, “Serú Girán”, entre otras. Culminada la intro, Charly arrancó interpretando “Cerca de la Revolución” entre los aplausos del público. Si bien es cierto la voz de Charly no estuvo afinada, su banda de apoyo sí que lo estuvo: "The Prostitution" conformada por dos guitarristas, un bajista, un percusionista, un baterista, un bandoneonista, una corista y un trío de cuerdas (viola, chelo y violín) produjo una ejecutoria que fue lo mejor de la noche, por encima incluso del mismo Charly.

Sin embargo, debemos ser justos con Charly: se puede criticar su voz, pero jamás su entrega y su predisposición a entregar un producto musical de calidad, además de su versatilidad pues no sólo actuó como vocalista, sino también como tecladista, alternando ambas facetas o ejerciéndolas en paralelo (lo cual ya es una marca registrada en García). Fueron dos horas y cinco minutos de concierto matizados con un curioso intermedio: imágenes de un cortometraje  –“Un perro andaluz” dirigida por Luis Buñuel- sazonada con una voz en off que aludía a canciones de Charly. Quizás fue un regalo de éste, pensando en el “público fino y culto” que tenía enfrente (García se refirió así al público asistente casi al finalizar su puesta en escena).

Entre los momentos más emotivos de la noche estuvo el homenaje a Luis Alberto Spinetta (a) “El Flaco” a través de “Rezo por vos” (compuesta por ambos),  mientras que las canciones más coreadas -además de "Rezo por vos" fueron las clásicas: “Los Dinosaurios”, “Demoliendo hoteles” y “Nos siguen pegando abajo”.  Sin ser tan coreadas no podemos soslayar la buena ejecución de “Influencia” e “Instituciones” que permitieron el lucimiento de la banda en pleno. Aunque no fueron 60 canciones (como podría pensarse por el nombre de la gira: “60 x 60”) sí resultaron suficientes y estuvieron dentro del promedio de canciones de un concierto en Lima, eso sí, con un sonido superior al que pudo escucharse en tocadas como las de “Rock and roll all stars” (en el Jockey Club) y  “The Mission U.K” (en el Centro de Convenciones Scencia). Mención aparte merecen  las ausencias, quizás porque no era la primera vez que visitaba Lima, de temas como “No me dejan salir” y la notable “No voy en tren”, con las que seguramente hubiese calentado más la fría noche limeña de este invierno que recién despunta.



3 comentarios:

Julian dijo...

Y no grabaste algunos segundos del accionar de Richard Arango?

Pab dijo...

Con expectativa fuimos a escuchar al gran Charly Garcia el pasado sábado en el Jockey. Digo con expectativa porque aun recuerdo con emoción la primera vez que vi al argentino alla a comienzos de la decada pasada en el Circulo Militar de Jesus María. Aquella oportunidad fui un tremendo conciertazo. En esta oportunidad, varios fueron los detalles que permiten decir que su reicente tocada no alcanzo los niveles de la anterior. En primer lugar, justo cuando llegue al recinto -6:30 p.m. aprox.- empezó la prueba de sonido de todos los músicos. Esto, a decir verdad, es una falta completa de coordinación que un artista de su talla no puede caer. Por que realziar una prueba de sonido minutos antes de empezar el concierto? Y lo peor, descubrir su show al oido de todos antes que empiece el mismo. Los pruebas de sonido se hacen a mas tardar en la mañana del mismo día, con los asistentes en todo momento monitoreando que no exista ningun percance. Es que acaso se llego al Perú a ultima hora o no se cuenta con los plomos adecuados para realizar estas labores? En la practica misma del concierto esto influyó considerablemente, pues, ademas de letargar el inicio del concierto, los volumenes de la guitarra eran tan estruendosos (producto de una prueba de sonido de ultima hora) que tuvieron a muchos con las manos tapandose los oídos. Recién despues de un par de canciones, el sonidista pudo en vivo hacer las refacciones correspondientes. En segundo lugar, algo que siempre he rescatado de Charly, es su pulcritud en la tocada en vivo. Esto ultimo siguio siendo un peso fuerte en el concierto vivido y que se destaco tremendamente por su banda "Prostitution", que detallo al minimo las canciones del argentino. Sin embargo, la calidad de la banda soporte, fue un bemol para las improvisaciones clasicas de Charly. Era como ya no tener espacio para ellas. (La banda hacia de todo, que ya no le daba espacio ni genialidad para mostrarse). Y la verdad, yo extrañe las notables improvisaciones en el piano de cola y en la guitarra (que dicho sea de paso nunca tocó en todo el concierto). Esto derivó a que el foco auditivo se concentrara en la voz del Maestro, y esto no es ningun secreto, esta bastante deplorable. Siempre lejos de alcanzar la nota y muchas veces cansina. Finalmente, siendo un concierto de grandes exitos, se sintio la ausencia de canciones como "No voy en tren" o "Vicio". No quiero dejar de terminar este recuentro sin notar que Charly es uno de los mejores musicos de nuestro idioma de todos los tiempos, y que eso es imposible de discutir. Sin embargo, pongo el dedo en la yaga sobre hasta cuando un musico sigue en capacidad para tocar en vivo. No dudo, como dice Charly, que los musicos no son como los futbolistas, y su edad de retiro es mucho mas amplia. Pero tampoco creo que sean como los escritores, que estando cerca de los setenta o más aún pueden sonar mejor. Los 60 sí pasan factura.

Manuel dijo...

No, no tengo video alguno de la presentación del telonero, dado que su presencia fue sorpresiva y fugaz. Sin embargo, es bueno, decir que el hecho que este cantante haya tenido una desafortunada presentación, no lo descalifica para reinvindicarse en el futuro. Tal vez fue sólo una mala performance...